Anoche asistí atónito a un espectáculo dantesco... ¿el por qué de dantesco?, pues por el simple hecho de "colaborar" en cierta forma dando audiencia a un programa cuyo único cometido y función es la de "destripar" y "romper" las ilusiones de jóvenes, talentosos o no, los cuáles habiendo pasado un casting previo (se supone que hay unos profesionales que dan su visto bueno para que sea seleccionado) se le somete a una "tortura" innecesaria ante miles de espectadores y se les ridiculiza en un grado máximo sólo por hacer de ese programa un programa líder en su franja horaria en cuanto a audiencia se refiere. Seguramente ya hayan adivinado de qué programa les estoy hablando, pues sí, de "Operación Triunfo". El único pecado cometido por la víctima en este caso es la de intentar ver cumplido uno de sus sueños, en este caso ser artista o cantante, presentándose a los castings que convoca la producción de dicho programa cuyos gastos corren de su propio bolsillo (desplazamientos, comidas, etc.) y luego para qué... para que los eleven a lo más alto, a soñar con ser superestrellas en un gran plató de televisión, recibiendo en cada momento palmaditas en la espalda repitiéndoles a cada momento el gran futuro que les espera aún a sabiendas de lo complicado del mercado en el que los intentan introducir y de las grandes probabilidades de fracaso a las que se ven abocados.... es algo bochornoso. Por unos instantes estos ilusos llegan a creer que son verdaderas estrellas de la canción (el programa dura apenas 2 meses y ya se creen preparados) los ponen en un gran escenario frente a miles de espectadores (público asistente y público desde casa), corean su nombre, un gran despliegue de profesionales y público se mueve a su alrededor.... pero todo ello no es más que una realidad enmascarada. Desde mi punto de vista son "abandonados" a su suerte, como aquellos primeros cristianos que soltaban en mitad de un circo romano el cual incrédulo esperaba el momento de que una fiera fuera soltada frente al mismo para ser devorado ante la mirada frívola de varios miles de espectadores deseosos de asistir a dicha sangría. En este caso el circo se trata de un circo mediático, y la fiera el jurado el cual es el encargado como dije al principio de "desgarrar" al concursante, de apartarlo de lo que hasta hace unos días era un sueño medio cumplido y con una gran proyección de futuro, días previos en los que se les llenaba la cabeza de pájaros para ir crecidos y bajarlos de nuevo a la Tierra de manera fulminante.... Como ya dije es algo que pensando fríamente me abochorna, el pensar que cualquiera de esas personas podía ser alguien allegado a mi al cual destruyen sus más íntimos sueños ante miles de personas extrañas para él y sólo para alimentar hasta la saciedad el deseo de riqueza y poder de sus creadores aunque a la vez me incita a verlo, da morbo pensar "¿qué dirá hoy Risto?", "¿cómo dejará hoy al concursante"... una auténtica pena.
